Partitura de piano Modest Mussorgsky

En la segunda mitad del S.XIX el más respetado crítico de arte de Rusia, Vladimir Stasov, puso nombre a un grupo de compositores rusos que compartían ciertos objetivos estéticos. El nombre que se le ocurrió a Stasov fue Moguchaya Kuchka, que en ruso viene a ser algo así como “El poderoso grupo” y que en España se ha conocido siempre por el Grupo de los Cinco (de los mejores compositores de partituras de piano de esa epoca), estando formado por Mily Balakirev, Nikolai Rimsky-Korsakov, Alexander Borodin, Cesar Cui y Modest Mussorgsky.

¿Y qué estética buscaban? Principalmente, crear un estilo ruso en vez de seguir siempre el dominante en la época, el de la Europa Occidental, más concretamente, el modelo alemán. Con ello consiguen aportar, partiendo de los avances orquestales de Berlioz, una paleta de colores tímbricos y rítmicos más saturados, más vivos y violentos que los imperantes en Centroeuropa.

Un día de 1870 Stasov presentó a Mussorgsky un pintor que tenía su estudio en San Pertersburgo, un tal Viktor Hartmann, que también trabajaba en el campo de la ilustración de libros y la arquitectura. Enseguida se hicieron grandes amigos.

Cuatro años más tarde, en 1873, Hartmann fallece a los 39 años. En marzo del año siguiente, Stasov organiza una exposición como homenaje póstumo, en la que se muestran acuarelas, ilustraciones, apuntes de vestuarios y otras obras procedentes de la época de sus viajes al extranjero una década antes. Mussorgsky visita esta exposición y, contemplando los cuadros de Hartmann, decide hacer también su propio homenaje al pintor fallecido. Así, en junio de ese mismo año ve la luz la suite para piano Cuadros de una exposición.

Esta obra propone una recreación musical y espacial de aquella visita a la exposición póstuma de Hartmann. ¿Cómo? Pues no sólo poniendo sonido a los diferentes cuadros que allí vio (ya fueran obras completas o simples apuntes), sino también al recorrido que hace una persona de una sala a otra, de un cuadro al siguiente. Para ello, Mussorgsky crea una de las melodías más famosas de la historia, su Promenade o Paseo (que es su traducción del francés).